Casa nº 54; Amane

-Okaeri nasai, joven ama.
*Le dedico una amable sonrisa mientras ayudo a que se levante*
-¿Se encuentra bien, señorita?
*La sujeto con cuidado*

*La cojo en brazos*
-La llevaré a su habitación.
*La llevo hasta su habitación y la deposito suavemente sobre la cama*
-¿Desea tomar algo, joven ama?

*La observo mientras duerme*
"Aún tiene los zapatos puestos"
*Con muchísimo cuidado le quito los zapatos y los dejo junto al armario. Cuando voy a salir de la habitación, murmuro*
-Descanse, señorita.
*Salgo, cierro la puerta y voy a la cocina para comprobar las reservas de comida*
"Creo que prepararé algo de sushi, con unos yakitoris"
*Salgo de la casa a hacer la compra*

*Regreso a la casa con tres bolsas llenas de todo lo necesario para preparar la cena*
"Tal vez me he pasado con la cantidad. Lo que sobre de ingredientes podría utilizarlos para el desayuno"
*Comienzo a preparar la cena tarareando una canción infantil inglesa que suena algo macabra*

*Con el sushi formo en un plato la cara de un gatito blanco, con bigotes negros y ojos verdes. El Yakitori está terminando de hacerse*
"Tiene buena pinta"

*Escucho a Yuiko*
-Has olido el pescado ¿eh? Tranquila, te he guardado un poco.
*Coloco algo de salmón en un plato y lo coloco cerca de ella. Cuando me incorporo veo a Misa en la puerta y me apresuro a tapar el plato de sushi*
"Si lo ve, estropea la sorpresa"
-¿Se siente más descansada, señorita?

-Por favor, tome asiento en el salón, en breve estará lista la comida.
*Saco los Yakitoris de la plancha y busco la salsa y las semillas de sesamo*

*La pregunta me pilla por sorpresa y me quedo pensativo. Me agacho para mirarla mejor*
-Los criados nunca comemos a la vista de sus amos, a no ser que éste nos lo ordene.
*Le sonrío*
-Tranquila, aunque no me haya visto he comido.
"Creo que no he probado bocado, pero mejor no decirle nada. Ya estoy acostumbrado"

*Hago una reverencia*
-Será un honor, joven ama.
*Cojo los platos con comida para ambos y los llevo a la mesa*

*Por culpa de Yuiko los platos caen al suelo, digo entre dientes*
-Dichosa gata...
*Me agacho y empiezo a recoger la comida del suelo*

-Tranquila, señorita. Deje que lo recoja, podría cortarse.
*Tiro lo que tenía en las manos a la basura, y regreso con la bolsa hacía donde se había caido todo y continuo recogiendo*